Pablo de la Cal "Ciudades y formas urbanas", pp. 2-5.
ZARCH nº 8:
Ciudades y formas urbanas/ Cities and urban forms
La reflexión sobre las formas urbanas cuenta ya con
una dilatada tradición y ha dado lugar a contribuciones esenciales por parte de
diversas disciplinas. Resultan destacables las aproximaciones más consolidadas
en los países anglosajones, que podrían identificarse con el Urban Morphology
Group fundado por el geógrafo urbanista Conzen y sus colaboradores británicos,
y las líneas desarrolladas en el sur de Europa, donde el protagonismo recayó en
los análisis de la arquitectura urbana, especialmente en cascos históricos de
las ciudades italianas, impulsados por Saverio Muratori, Gianfranco Ganiggia,
Aldo Rossi o Carlo Aymonino.
Este amplio bagaje metodológico, que se ha consolidado
como herramienta útil para analizar, comprender y proyectar las ciudades, no ha
perdido vigencia, y se ha fortalecido con iniciativas como la del Internacional Seminar on Urban Form. En
el Congreso organizado por la recién constituida rama hispánica de esta
organización (ISUF-H), pronunciaba Fernando de Terán una conferencia inaugural
centrada en la cuestión de la forma urbana. Ante las tendencias de numerosas
disciplinas que admiran y ensalzan la pérdida de forma, la apuesta por
geometrías fluidas y cambiantes, y en un contexto en el que la amorfosis puede
identificarse como la forma natural de las últimas fases del capitalismo
financiero global que nos impera, se preguntaba de Terán “¿a quién le interesa
la forma urbana con la que está cayendo?”. Y planteaba finalmente el autor que
la defensa de la organización espacial sigue siendo un reto prioritario en el
trabajo y estudio de la ciudad, ese entorno en el que todas las sociedades a lo
largo de la historia hemos tendido a organizar con cierta regularidad.
El discurso morfológico ha superado sin duda el
ensimismamiento en el mero análisis de determinados tipos edificatorios. De
hecho, ya en 1961, en La Ciudad en la Historia, Lewis Mumford exponía que la
elección entre los bloques de apartamentos de gran altura para las áreas
centrales de las ciudades o viviendas unifamiliares en las comunidades
periféricas resultaba “un dilema gratuito y una falsa alternativa”. Y comparaba
esta opción con la supuesta necesidad en aquellos años de los urbanistas de
elegir entre ‘cinturones verdes’ o ‘cuñas verdes’, y exponía con claridad que
lo importante era acabar con la extensión indiscrimada de la ciudad y abogar
por conservar la matriz verde de la ciudad y la pauta ecológica ciudad-campo.
Por ello, el análisis de la forma urbana nos debe preocupar en la medida en la
que nos permita plantear estrategias transformativas, desde el planteamiento de
continuidad con lo existente, y proponer una satisfactoria interrelación
ciudad-agricultura-naturaleza.
En efecto, en el campo morfológico, María José
Rodríguez Tarduchy y otros autores han identificado con claridad que en el
desarrollismo el problema no era precisamente el bloque abierto sino, probablemente,
“el planeamiento parcial que, en la forma en que hoy se concibe, ha fracasado
en el control de la forma urbana”. Y en efecto, la desatención a estos aspectos
ha desacreditado la construcción urbana, quizá por una incapacidad de formular
procesos integrales de mayor complejidad.
Manuel de Solá-Morales (De cosas urbanas, 2008), y con él otros muchos autores, han puesto
el acento en el estudio de la epidermis de las ciudades como medio para abordar
sus estructuras más profundas. Ese interés no reside tanto en el estudio de los
elementos o las ‘cosas urbanas’ en sí mismo, sino en el entendimiento de sus
relaciones, en la identificación de las fuerzas y lógicas que son catalizadoras
de las distintas formas de la ciudad. Y en estas claves generadoras de ciudad,
la disciplina se ha enriquecido notablemente con miradas que introducen en el
análisis global aspectos tan determinantes como el paisaje, el patrimonio
cultural y, sobre todo, la dimensión ecológica de los hechos urbanos.
El número 8 de la revista Zarch “Ciudades y formas
urbanas”, editado por Pablo de la
Cal, es una invitación a compartir trabajos e investigaciones
que contemplan concepciones renovadas, exploraciones que plantean las
relaciones entre análisis e intervención urbanística, y que, desde distintos
enfoques y coordenadas, proponen nuevas formas de habitar los nuevos entornos y
formas renovadas de re-habitar los espacios ya construidos. Propuestas, en
definitiva, que nos reafirmen en el convencimiento de que podemos conseguir
entornos urbanos vitales en un contexto de sostenibilidad planetaria.